Las consecuencias del problema sanitario que aqueja al mundo el día de hoy, tiene un impacto diferenciado para mujeres y hombres. El impacto del COVID-19 ha afectado de manera particular a las mujeres y niñas, que hoy en día sufren violencia en su ámbito familiar, ya que los servicios esenciales (salud, justicia, sociales, educativos, etc.) están interrumpidos.
A continuación se describe una serie de factores que inciden de manera directa a que las mujeres sean víctimas de violencia en estos tiempos:
• La triple jornada, las mujeres desempeñan una triple jornada, es decir realizan el trabajo en una empresa, el trabajo doméstico y los cuidados de personas (rol de género). En promedio invierten 39 horas a la semanal en este trabajo no remunerado. Es el triple de horas en comparación a los hombres.
• El aislamiento implica convivir más con el agresor.
• Las redes de apoyo alrededor de las mujeres tienden a reducirse.
• Socioculturalmente en México y en Latinoamérica la mayoría de los espacios son muy pequeños, son muy pocos los metros cúbicos donde se gesta la violencia.
• Falta de estrategias homologadas respecto al COVID-19, que implementen de manera transversal la perspectiva de género, de familia y de derechos humanos.
• Poca o nula coordinación entre los tres niveles de gobierno y OSCs.
• No existen protocolos de actuación para la atención a las mujeres en esta contingencia.
• Derivado de las políticas de aislamiento, muchas instituciones han reducido su capacidad de respuesta.
• Las niñas, niños y adolescentes se encuentran en mayor vulnerabilidad ya que pueden ser víctimas directas y/o indirectas sin posibilidad de ayuda para contacto y denuncia.
Estos factores de riesgo para las mujeres tienen como consecuencia que la violencia presente un aumento exponencial en México y en otros países.
Sí sufres violencia, no estás sola. Ponemos a tu disposición los siguientes números telefónicos.