25 de septiembre de 2018.
H. CONGRESO DEL ESTADO CHIHUAHUA
P R S E N T E.-

La suscrita Rosa Isela Gaytán Díaz, Diputada de la LXVI Legislatura del Honorable Congreso del Estado, integrante al grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional respetuosamente doy el siguiente:
Posicionamiento por el Día Internacional de La Paz
Inmejorable momento el actual para que, en ocasión del Día Internacional de la Paz celebrado el pasado 21 de septiembre, hagamos todos un alto en el camino no solo para reflexionar el estado de alerta en el que nos encontramos en materia de inseguridad, sino también para encontrar juntos las acciones que conduzcan a la pacificación y cohesión de nuestra sociedad, desde su entraña misma, que es la familia.

En el año 2001, la Asamblea General de las Naciones Unidad, determinó se observe el Día Internacional de la Paz el 21 de septiembre de cada año para, cito parte de la declaratoria, “el fortalecimiento de los ideales de paz, tanto entre todas las naciones y todos los pueblos como entre los miembros de cada uno de ellos.”

Más adelante, en 2015, los Estados miembros de las Naciones Unidas adoptaron 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible pues consideraron que no podemos tener, continúo citando, “un mundo pacífico si no se trabaja en el desarrollo social y económico de todas las personas, garantizando la protección de sus derechos.”

Los Objetivos Sostenibles abarcan una amplia variedad de materias, entre las que se incluyen: pobreza, hambre, salud, educación, cambio climático, igualdad de género, agua, saneamiento, electricidad, medioambiente, procuración y administración de justicia.

El Objetivo Sostenible décimo sexto, que se refiere a la"Paz, justicia e instituciones sólidas", demanda el acceso de todas las personas a la justicia, instituciones efectivas, responsables e inclusivas en todos los niveles.

Entre algunas definiciones, una sociedad pacífica es aquella en la que la justicia y la igualdad están al alcance de todos.


México no está en paz desde hace casi doce años tras una irreflexiva declaratoria de guerra por parte del Gobierno Federal de aquel entonces, en Chihuahua sólo gozamos de una paulatina baja en la incidencia delictiva entre 2010 y 2015, luego de una etapa de terror donde miles fueron asesinados con saña, mientras que, como delitos colaterales, veíamos con impotencia una ola de secuestros, extorsiones y robos con violencia, entre otros muchos.
Lamentablemente, la incidencia delictiva mantiene una tendencia al alza.

Solo en cuanto a homicidios dolosos, de enero 2017 a julio de 2018, más de tres mil familias se encuentran de luto.

El impacto de la violencia en Chihuahua desde entonces, ha sido devastador para nuestra economía, pero también afecta un ángulo que poco se ha atendido: la descomposición social y la creciente percepción de intranquilidad, incertidumbre y temor colectivo.

Las cifras oficiales no tienen desperdicio: cada hora, 47 chihuahuenses refieren la comisión de un delito en su entorno familiar, social y laboral.

No exageramos al señalar que los altos índices de delitos en el estado, tanto del fuero común como del federal, nos colocan en la frontera del terrorismo.

Ahí tenemos el último crimen de alto impacto acontecido en Parral donde fue arteramente asesinado el presidente de COPARMEX de ese municipio Uriel Loya Deister, este es un ejemplo mas donde el crimen organizado no respeta niveles ni a personas ajenas a él, así como este lamentablemente han ocurrido miles en esta administración sin que el Estado haga nada para impedirlo.

De esto se trata nuestro posicionamiento, de demandar al Estado atienda con eficacia su responsabilidad, no solo en el combate de los delitos sino en su prevención.
Hemos insistido en que no hay estrategia ni coordinación con la federación ni con los municipios, para pacificar Chihuahua.
Pero tampoco tiene la presente administración estatal programas de beneficio social y rescate de los espacios comunes; ni programas de prevención que involucren a una sociedad dispuesta a colaborar y que comienza a reclamar paz y justicia.
En estos momentos todos tenemos algo que aportar para lograr la paz. No es justo lanzar culpas como lo ha hecho el gobernador Javier Corral para justificar su fallida estrategia operativa y de cohesión social.

Fue una promesa de campaña del actual Gobernador acabar con la inseguridad a los chihuahuenses pero a dos años de que asumió el cargo los índices van a la alza
En Chihuahua capital, tan solo desde octubre de 2016 al mes de julio de 2018, se han presentado 632 homicidios, un incremento de más del 43 por ciento con relación a los dos últimos años de la administración anterior, en esos mismos meses.
En cuanto al municipio de Juárez el incremento fue de más del 110 por ciento, al pasar de 639 homicidios acaecidos en la administración anterior a 1 mil 369 decesos en el mismo periodo anteriormente analizando.
En este actual deslinde de responsabilidades por parte del ejecutivo estatal, debemos tener presente que, desde el inicio de esta administración, la cifra de homicidios total en el estado ya rebasa los 3 mil decesos, cifra superior en más de mil fallecidos a los últimos 22 meses de la administración anterior, que presentaba una clara tendencia a la baja en estos delitos.
No somos autoridad judicial pero las cifras ahí están y son muy claras.
En este gran tema, como en muchos otros, estoy segura que hay más coincidencias que diferencias en cuanto a la participación de las fuerzas políticas representadas en la actual legislatura.
Todos tenemos la obligación de proponer y sumarnos a todas aquellas acciones que lleven a la armonía y tranquilidad de los chihuahuenses.
El tema es que, insisto, no hay estrategia y peor aún, voluntad política del gobernador del Estado para escuchar no solo nuestras voces, sino las de diversas organizaciones de la sociedad civil y ciudadanos dispuestos a trabajar por la paz en Chihuahua.
Es cuanto.

Dado en el Palacio del Poder Legislativo; en la ciudad de Chihuahua, Chih., a los veinticinco días de mes de septiembre del año dos mil dieciocho.




Diputada ROSA ISELA GAYTÁN DIAZ.



Partido Político Revolucionario Institucional