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Efemérides


Al ser derrotado Santa Anna en la Batalla de San Jacinto, se decide la pérdida de Texas.

21 de abril de 2022

Abril 21 de 1836
Santa Anna es sorprendido, derrotado y aprehendido por los texanos al mando de Houston en San Jacinto. Así acaba la Guerra contra Texas y se pierde el territorio y la soberanía de una gran parte de México.
El día anterior, Santa Anna se encuentra en la zona pantanosa del Río San Jacinto. No tiene ubicados a los rebeldes y prefiere otorgar descanso a sus tropas, el problema es que no pone centinelas.
A las 16.30 horas, atacan por sorpresa 1900 texanos del general Houston: la caballería rodea los flancos mexicanos en tanto que la línea de batalla texana avanza con rapidez y sigilo a través de la llanura abierta. Cuando los descubren ya están a menos de 200 metros del campamento mexicano. La artillería de Houston abre fuego sobre las desprevenidas tropas mexicanas y su infantería asalta los parapetos de los mexicanos, que derrotados, huyen por las tierras pantanosas del río. La victoria de los texanos es completa y el enfrentamiento sólo dura unos 18 minutos. Los mexicanos que sobreviven se rinden. Santa Anna logra salir del sitio de la batalla, trata de de pasar desapercibido disfrazado de soldado raso, pero después es reconocido. Será rehén crucial de los texanos para negociar su independencia de México.
"Pérdidas: mexicanos 630 muertos, 206 heridos, 730 prisioneros. Texanos 9 muertos y 30 heridos", según R. G. Grant. 1001 Batallas que cambiaron el curso de la historia.

 

La Cámara de Diputados otorgó a Antonio López de Santa Anna el poder para gobernar a México.

20 de abril de 2022

El 20 de abril de 1853, la Cámara de Diputados otorgó a Antonio López de Santa Anna el poder para gobernar a México. En su gabinete destacó sin duda, la presencia de Lucas Alamán quien nunca ocultaría su franca inclinación hacia los intereses conservadores.
Santa Anna promulgaría entonces las Bases para la Administración de la República, que servirían de código legal en tanto se promulgara una nueva constitución. De hecho, ellas estaban previstas para otro fin: permitir al Ejecutivo gobernar sin cortapisa, sin tener que dar cuentas a ningún otro poder, salvo a un remedo de Legislativo, el Consejo de Gobierno, designado por el propio Santa Anna, y que, en ningún momento, presentó oposición a las políticas del Presidente. Para evitar el enfrentamiento con el Congreso, el presidente establecía en uno de los puntos de las Bases que las legislaturas locales y federal entrarían en receso mientras él gobernaba con amplias facultades en bien de la patria.